Estrategia 1. Controle su exposición

Cuando discutía sobre el calentamiento global, a menudo escuchaba el argumento de que siempre había habido fenómenos que causaban calentamiento global, tales como erupciones volcánicas, incendios forestales, y otros desastres naturales y como siempre, la naturaleza había conseguido solucionarlos. Sí, todos los sistemas naturales tienen mecanismos para hacer frente a fenómenos extraordinarios o patológicos. Del mismo modo, a nivel fisiológico tenemos un órgano: el hígado, que es responsable de desintoxicar nuestra sangre y organismo. Los científicos han descubierto, por ejemplo, que comer carne asada o ahumada no es saludable. Pero hemos comido este tipo de carne durante toda nuestra historia, desde la domesticación del ganado. En el contexto de aire limpio, agua y comida sana, nuestro hígado puede fácilmente hacer frente a esto, así como a muchas otras toxinas que pueden poner en peligro nuestra salud.

El problema, con la protección natural ante el calentamiento global, y de forma similar a la del hígado, es que la contaminación y la toxicidad del medio ambiente son tan grandes que estos sistemas ya no son suficientes. El número de muertes innecesarias es una buena prueba de ello. El 90% de los casos de cáncer son consecuencia de nuestros malos hábitos de estilo de vida [1]. Observamos una relativamente nueva expansión de la enfermedad, conocida desde la antigüedad. Pero ahora, tenemos que ayudar nuestros sistemas para hacer frente a la extraordinaria carga de toxinas, con las sobrecargamos nuestro organismo. La pregunta es ¿cómo sabemos si nuestro estilo de vida y por ende, los alimentos y el medio ambiente, están por debajo de la norma? Para ello, propongo valerme de la metodología utilizada por la medicina ocupacional para evaluar el riesgo asociado a un determinado lugar de vida o trabajo.

Se emplea una ecuación simple para medir el riesgo.

Evaluación de los Factores de Riesgo = Consecuencia x Exposición x Probabilidad.

La consecuencia se mide en una escala de 10 (muerte) a 2 (lesión de primeros auxilios tales como cortes, esguinces, dolores de cabeza). La exposición es clasificada como 10 (todas las horas del día), 8 (todos los días), 6 (cada semana), 4 (todos los meses), a 3 (una vez al año). La probabilidad representa la posibilidad de que la exposición al peligro dé lugar a lesión o enfermedad en la siguiente escala:

Los médicos ocupacionales calculan el riesgo y lo clasifican en:

  • 801 a 1000 – el nivel de riesgo más elevado,
  • 601-800 – riesgo mayor
  • 401-600 – alto riesgo,
  • 201-400 – menor riesgo, y finalmente
  • 8 – 200, riesgo leve (Reese 2003).

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Aunque no tengamos datos disponibles para hacer cálculos tan detallados para la mayoría de los ámbitos de nuestra vida, la lógica puede ser utilizada para ayudarnos a tomar algunas decisiones. Por ejemplo, queremos saber si debemos correr por la mañana o no. En la mayoría de las grandes ciudades es posible conocer el nivel de contaminación. Por ejemplo el Índice de Calidad del Aire para la Saluden Halifax, se puede consultar cada día en un sitio web. Todo lo que tenemos que hacer es mirar no sólo el clima, sino también la calidad del aire en un momento dado. ¿Pero qué pasa si estamos considerando mudarnos a una nueva ciudad? [2] . Para ello podremos utilizar una página web que compare los parámetros generales de la contaminación de agua y aire en una ciudad elegida. Lamentablemente no se incluyen ciudades pequeñas ni pueblos, pero por otro lado, estos son los lugares que por lo general, tienen menos riesgo para la salud. Cabe señalar que www.numbeo.com, también registra otros datos, tales como precios, salarios, crímenes, asistencia sanitaria, etc. Durante la utilización de este método, también podemos tener en cuenta las posibles consecuencias de ir todos los días, desde los suburbios (zonas más saludables) hacia los puestos de trabajo en el centro de las ciudades (zonas menos saludables). Esto también influenciará nuestra decisión sobre la elección del lugar de trabajo.

Estrategia 2. Usa el pasado como referencia para tus riesgos

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Propongo utilizar un estilo de vida tradicional y una dieta natural, sencilla, saludable como punto de referencia. Hace 120 años, el estilo de vida natural significaba una mayor actividad física, alimentos locales orgánicos, vivir en el campo y participar en la vida de la comunidad desde la infancia hasta la vejez. Nuestro organismo fue evolucionando y ajustándose a vivir, a través de los siglos, en un preciso estilo de vida, con elaboraciones tradicionales de los alimentos, con recetas más saludables, y que afortunadamente todavía perduran en nuestro recuerdo. Existe una versión radical y extrema de esta dieta, llamada “la dieta paleolítica”, que recomienda la alimentación de la era paleolítica, lo que significa consumir alimentos crudos, , e incluso están prohibidos los alimentos  procesados de forma tradicional .

El problema es que, en los “viejos buenos tiempos” los habitantes de Noruega vivían diferentes y saludables estilos de vida que en Italia. Debido a ello, algunos dietistas (http://www.dadamo.com/) afirman que debemos corregir nuestros hábitos en acorde a nuestro grupo sanguino, ya que este refleja las preferencias de nuestros antepasados y de dónde venimos. Cuando vemos los mapas de distribución de grupos sanguinos,  podemos analizar su distribución regional, racial o étnica. Ejemplos de estos mapas se pueden encontrar aquí. El problema es que la investigación se lleva a cabo   nivel celular y no tiene en cuenta las diferentes posibilidades de adaptación del organismo. Del mismo modo, la complexión de nuestro cuerpo nos ayuda a discernir qué tipo de vida debemos seguir. Hay muchas maneras de relacionar la complexión del cuerpo con el ejercicio, la dieta y el estilo de vida en general. Aquí encontrará un ejemplo de este punto de vista. Esperaramos que este conocimiento sea cada vez más decisivo en el futuro.

El siguiente paso al emplear esta estrategia, es encontrar las diferencias entre, el estilo de vida ideal de los buenos viejos tiempos y su propio estilo de vida actual. Si su cuerpo y su grupo sanguino sugieren que usted debería tener más actividad física, deberá compensar el trabajo de oficina con unos ejercicios físicos adecuados.

El paso final será hacer las correcciones adecuadas y ponerlas en práctica. Esto puede significar mudarse de su lugar de residencia, cambiar el coche por la bicicleta, o incluso una pequeña modificación como puede ser, reemplazar un escritorio por una mesa alta en la que pueda quedarse por más tiempo parado.

Estrategia 3. El dinero: el escape de la comunidad

Un dicho popular dice: “Compramos cosas que no necesitamos, con dinero que no tenemos, para impresionar gente que no nos gusta.” Pero, ¿el dinero brinda felicidad? Los datos generales de la población muestran que el aumento de la riqueza no se corresponde  con un aumento del nivel de felicidad, manteniéndose en el mismo nivel durante los últimos años. El dinero brinda felicidad a los más pobres, ya que está relacionado con los dos primeros niveles de felicidad. Sin embargo, un mayor aumento de los ingresos tiene una influencia muy negativa en la gente. Paul Piff en su TEDTalk cita varios estudios que muestran cómo el dinero puede llegar a ser perjudicial en nuestras conductas:

Todavía más peligroso es que en el proceso de sentirse con derecho al confort, se justifique la mezquindad de los ricos, y en gran escala, influye en la posición de los ricos que, indirectamente, puede influir en la jurisdicción relacionadas con las cooperativas. [3]

Intentar llegar a ser rico puede convertirse en una vía de escape sobre la verdad de uno mismo revelada por la comunidad. Vanier escribe sobre este proceso: [4]

“Cuando comenzamos a vivir a tiempo completo con los demás, descubrimos nuestra pobreza y nuestra debilidad, nuestra incapacidad para seguir adelante con la gente, nuestros bloqueos mentales y emocionales, nuestras perturbaciones afectivas o sexuales, nuestros deseos aparentemente insaciables, nuestras frustraciones y celos, nuestro odio y nuestro deseo de destruir. Cuando estábamos solos, podíamos creer que amábamos a todos. (…) Así que la vida de la comunidad trae una revelación dolorosa de nuestras limitaciones, debilidades y oscuridad; el descubrimiento inesperado de los monstruos que están dentro de nosotros es difícil de aceptar. (…) Tratamos de huir de la vida comunitaria y las relaciones con los demás o (tratamos) de encontrar que los monstruos son de ellos, no nuestros.”

Las dificultades que encuentran las cooperativas para formar comunidades reales derivan, probablemente, de tales temores, y nuestra maldad, provocada por unos mayores ingresos, hunde sus raíces en la huída de la verdad sobre nosotros mismos. No es de extrañar entonces, que elijamos reducir nuestro tiempo con los demás para ganar más dinero. Y esas ganancias, que son superficiales o al azar, hacen crecer nuestra autoestima. Como resultado despilfarramos innecesariamente dinero y espacio de vida, lo que no nos hace más felices. Michael Norton, investigador en ciencias sociales, confirma de manera interesante, lo que explicamos anteriormente en el tercer nivel de felicidad.  Su investigación, realizada en muchos países y en diferentes culturas, confirma de nuevo, que cuando gastamos dinero en los demás, nos sentimos más felices que cuando lo  gastamos en nosotros mismos. Aquí puede encontrar su conferencia [5]:

Todas las investigaciones citadas hasta ahora,, nos hacen concluir, que tarde o temprano, e debemos intentar vivir una vida economicamentelo más modesta posible para ahorrar y brindar el mayor tiempo posible a los demás, y que sí nos toca ser ricos, debemos tratar de compartir, todo lo posible, nuestra riqueza con los demás; de esta manera, podremos alcanzar el tercer nivel de felicidad.

Este consejo es tan radical y extremo, que no puedo imaginar a nadie poniéndolo en práctica sin que sea considerado un loco. Dichas estrategias necesitan que sean las comunidades, las que ayuden y apoyen a las personas, siendo las cooperativas con sus valores y principios las comunidades más apropiadas.

Estrategia 4. Dieta de la Información

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Teniendo en cuenta la estrategia 3, debemos de buscar las tareas que nos consumen más tiempo, aparte del trabajo. También tenemos que buscar una gran cantidad de información importante en nuestra vida, difícil de encontrar. Como sucede con los alimentos, experimentamos una especie de obesidad de información. Es decir, tenemos un exceso de informaciones que no necesitamos, y al mismo tiempo, nos falta la información crucial para nuestras vidas. Podemos encontrar reflexiones más profundas sobre la dieta de información en el libro escrito por Clay A. Johnson [6] que utiliza esta analogía entre comida y información. A pesar de que el autor analiza las causas, y ofrece soluciones sencillas, tanto a nivel personal como social, él se percata de que lo que está escribiendo se aproxima más al tema de la cultura en general.

Éstos son algunos consejos sobre cómo tratar la información. Algunos, pero no todos, se superponen con los de Johnson:

  1. Los medios de comunicación no siempre muestran lo que es importante sino, lo que nos parece interesante y queremos ver. Debemos de participar activamente en la búsqueda de la información sobre lo que nos interesa y es realmente importante. La curiosidad es una fuerza poderosa que nos puede llevar a áreas de conocimientos completamente inútiles para nuestra existencia, sin dejarnos tiempo suficiente para buscar la información que es crucial en nuestras vidas.
  2. Intente estar lo más cerca posible de la fuente de información. Lea el documento, en lugar de leer los comentarios acerca de un documento. Vaya a ver el evento que le interesa con sus propios ojos, en lugar de ver las imágenes del mismo. En lugar de leer acerca de la investigación, vaya a una reunión con un investigador, o lea o escuche las largas conferencias y los comentarios de los investigadores. Siempre que sea posible trate de obtener información directamente de los expertos.
  3. No crea o acepte ninguna explicación simplificada. Cualquier fenómeno es complejo y aquel que dice que tiene soluciones simples y rápidas, es probablemente un estafador. Trate de entender las complejidades más importantes en su vida desde un punto de vista multidisciplinar. Usualmente, los problemas son transdisciplinarios, mientras que los expertos generalmente suelen ser mono-disciplinarios, por consiguiente, trate siempre de saber lo que otras disciplinas dicen acerca de su problema. El terremoto en L’Aquila, Italia, en 2009 fue un dramático ejemplo. Dicho terremoto fue predicho por un técnico geólogo Giampaolo Giuliani, a quien nadie creyó ya que, no era sismólogo. El resultado fue 309 personas muertas y 1.500 resultaron heridas. Algún tiempo después, siete científicos y expertos fueron declarados culpables por homicidio involuntario.
  4. Distinga entre lo que la gente dice y lo que hace. Trate de seguir y escuchar a aquellos a los que admira por su estilo de vida y actitud hacia los demás. Muchos filósofos modernos y antiguos parecen justificar sus debilidades con su filosofía. Lo mismo se puede decirse de científicos, políticos y de otras celebridades que influencian nuestra vida.
  5. Distinga entre el conocimiento, la inteligencia y la sabiduría. La sabiduría se refleja primero en el estilo de vida de una persona y no en sus convicciones. Se basa en la fe, en nuestras propias experiencias, en las experiencias de los demás, en el conocimiento científico y en habilidades prácticas de las que no somos conscientes.
  6. Los expertos a menudo están en desacuerdo. Podemos encontrar las raíces de su desacuerdo en sus supuestos antropológicos, sus experiencias, educación y/o instituciones financieras. Trate de buscar segundas opiniones alternativas y de tener en cuenta los motivos ocultos de los expertos.
  7. Cuando se le presenta una información, intente prestar especial atención a quien informa y sobre todo a cuáles son los intereses de la institución que proporciona dicha información. Esto se aplica particularmente a los publicistas. Recuerde que ellos sirven a los intereses de sus negocios y no necesariamente a los de usted. También vale la pena observar los valores reales de las instituciones. Si son instituciones con fines de lucro siempre tenga en cuenta que el lucro es su motivo principal.
  8. Cuando busque información por su cuenta, preste mucha atención a la fecha en que fue publicada y trate de encontrar la información más reciente. Esto es particularmente importante con los resultados de una investigación ya que estos se van actualizando con las investigaciones más recientes en forma continúa.
  9. La información y los mensajes emocionales frecuentemente son catalogados como incompatibles.

Pero es imposible generar un material informativo emocionalmente limpio. Lo que deberíamos investigar, sobre todo en situaciones difíciles cuando tengamos tiempo para pensar, es cómo las emociones y sentimientos se relacionan con la información y lo que estas provocan en nosotros. Esa reflexión puede revelarnos en que manera estamos manipulados a través de nuestras emociones.

Debemos juzgar la información de manera similar a como juzgamos el lugar de trabajo.  ¿Estoy convirtiéndome en una mejor persona al ver o leer esto?

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[1] http://www.dailymail.co.uk/health/article-3362965/How-cancer-ISN-T-genes-90-cancer-wiped-avoiding-triggers-caused-unhealthy-lifestyles.html

[2] Algunas de las consecuencias importantes de vivir en una ciudad se pueden encontrar en este artículo de la revista Science: http://web.missouri.edu/~segerti/3830/CityLivingStress.pdf

[3] Sensemaking:(dar sentido) es el proceso por el cual una persona da sentido al mundo que percibe. En la actualidad se considera este proceso en diversas áreas de conocimiento, la idea era ya tenida en cuenta desde los años setenta, siendo los primeros estudios de sensemaking lo realizados por Karl Weick relativos a estudios de organizaciones.

[4] Venier, J. (1979). Community and growth: Our pilgrimage together. Toronto: Griffin House. p. 1.

[5] https://www.ted.com/talks/graham_hill_less_stuff_more_happiness

[6] Johnson, C. A. (2015). Information diet. O’Reilly