He notado que participar en este proyecto puede resultar difícil. Existe la posibilidad de que se escandalice, se cuestione o se ría. Finalmente, podrá llegar a odiarme y/o dejar de leer el texto por la mitad. No puedo predecir lo que pueda ocurrir. La primera vez que escuché las cosas sobre las que estoy escribiendo, tampoco podía creer que eran ciertas. Por lo tanto, empecé a investigar otras fuentes para confirmar los datos y cifras, que implacablemente seguían siendo los mismos.

Mi siguiente reacción fue preguntarme, ¿por qué  nadie me había dicho esto antes?. ¿Por qué no estuvo presente en mi educación, si los hechos eran ya conocidos?. ¿Por qué los medios nunca dijeron nada? Luego, me di cuenta de que existen millones de personas de acuerdo con cada punto controvertido de este proyecto. Hay quienes proponen alternativas en la economía, la gerencia, los estudios sociales, la política, y en todas las demás áreas. El problema es que se encuentran divididos. Marx y Engels exhortaron en su Manifiesto Comunista: “Trabajadores del mundo uníos.” Yo no pienso que necesitemos de un movimiento unido como el comunismo. Pero si me doy cuenta de que existe una división,  una dicotomía  entre nuestras opiniones y nuestros estilos de vida. Estamos divididos internamente. Las personas en nuestros sistemas educativos, iglesias, partidos políticos, negocios, en nuestras universidades y cooperativas están divididas entre lo que dicen y lo que hacen. Y no me estoy  excluyendo  de esta lista, sé que, yo también estoy dividido. Puedo ver cuán heroico puede ser vivir la vida de acuerdo a mis convicciones personales. Quisiera gritar “¡Gente del mundo, unámonos a nosotros mismos!” Espero que este proyecto le ayude a usted mismo a unirse antes de que decida que no lo quiere leer.

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Las tragedias del estilo de vida: una historia familiar

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