Existe un proyecto científico excepcional en la Universidad de Harvard sobre la “buena vida”. Este estudio empezó en 1938 y varias generaciones de investigadores han están siguiendo a 724 hombres a quienes les preguntaban cada año acerca de su trabajo, su vida cotidiana y salud.
Hay tres conclusiones sobre estas investigaciones: La primera es, aquellas personas más conectadas con los demás son más felices, más saludables, y viven más tiempo. La segunda es que quienes se sentían más satisfechos con sus relaciones personales a la edad de 50 años, fueron los más saludables cuando tuvieron 80. Finalmente, la gente que podía contar con los demás, tenía la memoria más ágil y su cerebro funcionaba mejor. Puede ver la presentación sobre esas investigaciones en una TED talk aquí.

Desde nuestro punto de vida, es importante comprender que hay un fuerte apoyo científico que avala el tercer nivel de felicidad, por lo que que se debería considerar como una realidad y no una creencia.

Las empresas participativas que no están basadas en el individualismo, como el capitalismo, o en el colectivismo, como el comunismo. Se establecen sobre la participación, que es la línea media entre colectivismo y individualismo, basada sobre la idea que hay un bien común que es bueno para ambos: individuos y comunidad. Una empresa participativa, es un ejemplo del bien común cuando sirve a cada miembro, empleado, cliente o socio. La no rivalidad y la cooperación son generalmente la esencia de las relaciones humanas, principalmente en las empresas participativas. Por esta razón, entre las herramientas relacionadas con el individualismo y el colectivismo, he elegido, en mi concepto, la mejor herramienta para medir las relaciones recíprocas entre los dos, introduciendo además las dimensiones de horizontalidad y verticalidad.

Para descubrir tu posición en los diferentes niveles de felicidad de forma practica, te animo a completar un corto cuestionario. Puedes realizarlo con el cuestionario de horizontalidad y colectivismo.

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Los niveles de felicidad

Entre colectivismo e individualismo

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