Para ayudarte a comprender la esencia de este proyecto, quiero presentarte un ejemplo sobre un discípulo Zen-budista.

Atención

Después de muchos años de práctica deliberada bajo la supervisión de un  maestro, un discípulo reunió todo su coraje para decir a su maestro que él estaba  bien instruido   y que se sentía suficientemente preparado para salir al mundo. El maestro le preguntó: “¿Recuerdas en qué lado de la puerta has dejado tus sandalias antes  de entrar a mi casa?” El discípulo estaba desconcertado con esa extraña pregunta, y desafortunadamente no pudo recordarlo. El maestro replicó: “No puedes considerarte una persona responsable e instruida si no puedes recordar donde has dejado tus sandalias.”

¿Puedes imaginar una vida de responsabilidad total, cuando cada única y pequeña acción tiene una buena razón de ser? No hablo acerca de la elección de una profesión, de un empleado o lugar de vida. Normalmente, somos conscientes de su  importancia  y reflexionamos sobre ello minuciosamente. Hablo de la elección de un  dentífrico, del café que bebemos, de cómo pasar la tarde o de lo que vamos a comer para la cena. No necesitamos pensar  durante  mucho tiempo en qué gancho colgar nuestro abrigo, pero es posible tener el hábito de colgarlo siempre en el mismo lugar.

El discípulo no tenía el hábito de dejar las sandalias en el mismo lugar; por esa razón, no pudo recordar donde las había dejado. Lo mismo ocurre con nuestras pequeñas acciones.  La próxima vez, el discípulo recordará  el lugar y formará  el hábito de poner sus sandalias en el mismo lugar. Pero, eso no  era posible sin la reflexión previa del maestro.

Dos métodos para practicar inmediatamente

Reflexión

cc by Lisa Risager at flickr

Si  tuviera que decir qué hábito es más importante desarrollar para empezar el cambio en nuestras vidas y convertirnos en personas más humanas, mi respuesta sería: una reflexión de 15 minutos acerca de ayer. Dependiendo de tu situación diaria, puede ser mejor recapacitar por  la noche o a la mañana del día siguiente. En primer lugar debes reflexionar sobre lo bueno que te ha ocurrido. Revisa hora tras hora tu día, y si encuentras muchas cosas buenas, sé agradecido por ellas. Luego, piensa acerca de los fracasos de tu día. ¿Qué no has hecho bien? ¿Qué has dicho, qué no deberías haber dicho? ¿Qué pudiera haber sido diferente? Cuando tengas problemas recordando el día hora tras hora, puedes intentar recordar las personas o lugares, eso dependerá de lo que hayas hecho.  ¿Cuáles fueron las interacciones con esas otras personas o con quién te  encontraste? Esa reflexión no es nada más que un auto-feedback y el feedback es el primer y más importante factor para aprender. Naturalmente, unas veces, nos engañamos a nosotros mismos y tratamos de dar sentido (racionalizar) a nuestros fracasos e interpretarlos como éxitos. Una buena opción es decir:  “Gano o aprendo, pero nunca pierdo.” Es peligroso si finalmente decides que querías fracasar realmente. Por esta razón, si tienes una persona que valoras, puedes intentar observar tu día desde su perspectiva personal.

En todo caso, sería recomendable buscar un consejo externo para analizar si tus reflexiones te están llevando en la buena dirección.

Grupo de desarrollo personal

Si no puedes encontrar o permitirte un maestro, existe otro método para empezar la práctica deliberada En el pasado, participé en un grupo de desarrollo personal, nos encontrábamos cada mes y todos traíamos al grupo alguna pregunta sobre la vida cotidiana. Como éramos 10 personas de profesiones diferentes, situaciones familiares distintas, ingresos  desiguales, etc., la variedad de las respuestas era alta. Es bueno recordar que cuando tenemos 10 o más participantes, que cada uno dispone de unos 10 minutos para elaborar una pregunta así como las respuestas del grupo, la reunión puede tomar dos horas o más, especialmente si hay una corta introducción para saludar cada participante y un breve resumen final.

El grupo no debería componerse de más de 12 personas. Puedes empezar un grupo como este, invitando a una variedad de personas. No te recomiendo crear un grupo de personas que pertenezcan al ámbito de tu trabajo, ya que esos grupos son útiles para el desarrollo del lugar del trabajo, pero no siempre para las personas como individuos.

En las entradas y herramientas siguientes,  te daré, a ti también, el feedback de los cuestionarios.   Recuerda que hemos elegido únicamente áreas relacionadas con la vida profesional. Tú también puedes querer elegir y desarrollar otras áreas.

Lectura

Si quieres aprender más sobre  desarrollo de experticia, te recomiendo la lectura del libro escrito por un experto en experticia:

Anders Erickson: “Peak: Secrets from the New Science of Expertise.”

Es un poco complejo, pero lleno de ejemplos interesantes y descripciones de investigaciones en este campo.

Si buscas una lectura más simple y práctica, te recomiendo:

Steve S.J. Scott: Novice to expert. 6 steps to learn anything, increase your knowledge, and master new skills.

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